Beneficios de las castañas

Llega el otoño y con él las castañas. Las castañas son un fruto seco propio de estación fría. Podemos comprarlas entre los meses de octubre y marzo, aunque cuando mejor sabor alcanzan suele ser en el mes de diciembre. Las propiedades nutricionales de las castañas nos proporcionan una buena lista de beneficios para nuestra salud.

  • Las castañas son un alimento saciante debido a su contenido en fibra y en carbohidratos. Los carbohidratos que aportan son los denominados complejos, que el organismo absorbe lentamente, de modo que mantienen niveles de azúcares equilibrados y quitan la sensación de hambre. Se pueden incluir, sin excederse, en dietas para adelgazar. Las personas con diabetes pueden beneficiarse del consumo de las castañas, ya que, al contener carbohidratos de absorción lenta, no se producen picos de insulina en la sangre.
  • Las castañas tienen un alto contenido en fibra, que combinada con su gran porcentaje de agua, nos ayudará a prevenir el estreñimiento y la inflamación relacionada con este.
  • Las castañas son el fruto seco con menos calorías, de modo que no contribuyen al aumento de peso.
  • Contienen vitamina B, que contribuye a paliar la apatía o melancolía de la estación otoñal. Su contenido en B2 es beneficioso para el cuidado de la piel.
  • Aportan calcio, fósforo y magnesio, que ayudan a mantener nuestro sistema óseo y dientes en buenas condiciones.
  • Al ser un alimento con un buen aporte de hierro, nos ayuda en los casos de anemia y fatiga.
  • Como otros frutos secos, las castañas aportan ácidos grasos omega 6 y omega 3 en buena proporción, que son beneficiosos para mantener el colesterol a raya, consiguiendo así un efecto cardioprotector.
  • El bajo contenido en sodio y alto contenido en potasio de las castañas hace apto su consumo para personas hipertensas. También son beneficiosas para las personas que tienden a retener líquidos y para las personas con problemas renales por su efecto diurético.
  • Durante el embarazo las propiedades de las castañas favorecen la formación del feto, ya que proporcionan calcio, vitaminas y minerales importantes que fortalecerán los huesos de las mujeres embarazadas, las ayudarán a prevenir infecciones y aliviarán las náuseas del primer trimestre.
  • La proteína vegetal de la castaña contiene todos los aminoácidos esenciales, algo especialmente interesante para las personas que siguen una dieta vegana, para los adultos mayores y para los deportistas.
  • Las castañas no contienen gluten, por lo que son un alimento ideal para las personas que tienen intolerancia a este o son celíacas. La harina de castaña nos puede servir para sustituir otro tipo de harinas con gluten.

Como norma general, las castañas no deben comerse crudas, puesto que además de dejarnos un mal sabor de boca, este fruto seco tiene un alto contenido en taninos, lo que puede ocasionarnos molestias e irritación intestinal. La mejor manera de comerse las castañas es cociéndolas o asándolas: son muy sabrosas y además los hidratos de carbono que contienen se transformarán y harán de ellas un alimento más digerible.

 

Fuentes: www.misremedios.com, www.ecoagricultor.com